Ciclo Vital
Cada etapa de la vida tiene unas características propias, por lo que la alimentación debe estar enfocada a satisfacer los requerimientos teniendo en cuenta la edad que tenemos, en especial en aquellos periodos, como la infancia, en los que los requerimientos nutricionales son elevados, y pueden determinar nuestro estado de salud en el futuro.
Introducción de alimentos
Transición en los bebés lactantes hasta una alimentación sólida y el destete.

Niños de infantil y en edad escolar
Una alimentación saludable es esencial para un crecimiento adecuado y un buen rendimiento escolar.
La educación alimentaria es básica durante la infancia, por lo que es importante inculcar unos buenos hábitos higiénico-dietéticos a los niños, así como proporcionar una alimentación variada y equilibrada para evitar deficiencias nutricionales.

Pubertad y adolescencia
Es una etapa de la vida marcada por los cambios y el gran desarrollo sexual, fisiológico y mental, con lo que la dieta de aportar suficiente energía para estos procesos.
Puede ser una época complicada y debemos procurar evitar malas conductas alimentarias, además de estar atentos a posibles señales de desórdenes alimenticios.

Menopausia
El climaterio es una situación fisiológica natural que se define como el cese de actividad hormonal de los ovarios de manera progresiva, lo que conlleva una serie de cambios hormonales, sobre todo déficit de estrógenos. Durante la menopausia pueden aparecer factores de riesgo como la hipercolesterolemia, la diabetes o la hipertensión, que incrementan el riesgo de enfermedad cardiovascular. Además el riesgo a padecer osteoporosis y fracturas también es mayor, por tanto la alimentación puede ser clave para prevenirlos.

Tercera edad
Las personas que llegan a una cierta edad se enfrentan a problemas físicos, psíquicos y sociales que derivan de cambios biológicos propios de la edad, y que condicionan la capacidad para llevar a cabo un acto tan natural como es comer.
Este colectivo debe asegurar una correcta hidratación y una ingesta suficiente. En muchas ocasiones, una nutrición adecuada contribuye a aumentar la calidad de vida de los mayores, y a prevenir y tratar numerosas enfermedades.
